
Tienen desahucio señalado el próximo día 7 de julio. A última hora, y no sin presión, Gobierno de Aragón le ofrece un realojo pero fuera de Zaragoza ciudad en la que habían arraigado.
Ver el reportaje de Cris Aznar. Pincha aquí.
Husein y su familia (actualmente con tres menores a cargo, la más pequeña de 18 meses) salieron hace años de Alepo huyendo de la guerra en Siria. Alepo es necesario recordar ha sido frente de batalla y un lugar donde el sufrimiento no ha tenido límites para la población civil. Se refugió en el Libano, donde pudo ganarse la vida con su profesión: es un excelente encofrador.
Allí, en el Libano, una “misión española” les contó a los refugiados y refugiadas que el Reino de España disponía de un excelente plan de acogida para personas refugiadas. Sonaba bien, sobre todo para familias con hijos e hijas menores de edad. Dos años de ayudas, vivienda, inserción laboral y aprendizaje del idioma.
Nadie les explicó que venían a un estado que no respeta el derecho a la vivienda, que no dispondría de recursos para asegurar un buen desarrollo del programa y que aún no se había repuesto de una severa crisis social y económica.
De Alepo a Zaragoza
Así llegaron a Zaragoza. Muchas familias fueron alojadas en viviendas privadas de alquiler por las que el estado pagaba un precio abusivo (más de 700 euros en el caso de Husein). La inserción laboral desapareció, el apoyo para adquirir competencias con el idioma no cumplió los objetivos… Y cuando se terminó la ayuda del estado se encontró sin trabajo, sus únicos ingresos son el IAI (Ingreso Aragonés de Inserción) y tuvo que hacer frente en solitario a un contrato impagable (la renta de alquiler supone más del 90% de sus ingresos). ¿En que estaban pensando las administraciones públicas y quienes desarrollaron este programa? ¿Que se pensaban que ocurriría con estas familias cuando cesarán las ayudas para el alquiler?
La familia de Husein, aún con una situación muy compleja, arraigó en el barrio de Delicias, contando además con la localización de la Casa Palestina al lado de su casa que supuso para esta familia (y otras muchas) un punto de apoyo crucial. Desgraciadamente hoy Husein tiene señalado el desahucio de su vivienda para le próximo día 7 de julio.
Familias de refugiadas se organizan en Stop Desahucios
Apareció por nuestra asamblea al levantarse el confinamiento, junto a un buen puñado de familias refugiadas que tenían algo en común: desahucios ya señalados. El de Husein es el primero, pero el próximo 14 de julio tiene señalado desahucio Yahena Hamadi y su familia (también refugiada siria). Y después le seguirán otros, que se unirán a la lista (cada vez más abultada) de familias que participan en nuestra asamblea con fechas de desahucio y situaciones de riesgo de pérdida de vivienda habitual.
El pasado 2 y 3 de julio, Husein encabezó con Esperanza (que enfrenta en estos momentos el desahucio de la vivienda del SAREB que ocupa en Torrero) la delegación de Stop Desahucios para reunirse con los grupos de las Cortes de Aragón que han aceptado nuestra petición de reunión urgente para tratar estas situaciones y exigirles un compromiso con la erradicación efectiva de los desahucios en Aragón.
De nuevo, incertidumbre y desplazamiento
Husein, fue declarado vulnerable y cumple los criterios de la bolsa de alquiler social de Gobierno de Aragón. Aún así vivió una incertidumbre innecesaria… Hasta tres veces entregó los “papeles” en DGA y no fue hasta el viernes, 3 de julio, después de reunirnos con varios grupos de las Cortes de Aragón que recibió una llamada avisándole de que le Gobierno de Aragón proporcionaría un realojo en otra vivienda. ¡El desahucio era el próximo martes!
Pero aún le quedaba otra cosa por descubrir a Husein y su familia: les propondrán un realojo pero fuera de Zaragoza y de la zona donde han labrado un arraigo. Algo habitual en los pocos realojos que realiza Gobierno de Aragón y que venimos denunciando desde hace por lo menos 3 años.
Contra la espada y la pared
Les obligarán el próximo lunes a firmar un contrato de alquiler y marcharse a Pinsoro (Cinco Villas). Si no aceptan, les dejarán en la calle sin alternativa habitacional. El pueblo es maravilloso, como sus gentes, pero no es de recibo que una y otra vez familias residentes en Zaragoza sean “deportadas” hacia otras poblaciones sin ningún tipo de criterio social o de seguimiento riguroso. Ni tampoco garantías de inserción laboral. Y siempre con la amenaza de que la no aceptación del desplazamiento significa la pérdida de cualquier derechos a realojo. De hecho no son pocas las familias de Zaragoza que al negarse a ser desplazadas terminan con la ocupación de vivienda como única salida. Es una aberración desde el punto de vista de la intervención social y provoca aún más sufrimiento en las familias.
Esta difícil decisión (a la que le abocan el pasado viernes) la tiene que tomar el próximo lunes cuando decida si firma el contrato que le propondrá Gobierno de Aragón. Seguramente no le quedará otro margen, aunque tiene claro (y nosotros y nosotras también) que lo mejor para su familia sería continuar allí donde ya tiene una red de apoyo y amistades.
Queremos acompañar este comunicado, de un precioso reportaje que la documentalista Cris Aznar ha realizado en la vivienda actual de Husein en la calle Santander.